La base económica del socialismo y del comunismo es la propiedad social de los medios de producción.
En ambas fases, las relaciones de producción corresponden a las fuerzas productivas, es decir, al carácter social de la producción corresponde a la propiedad social de los medio de producción. La aprobación de los medios materiales responde a los intereses de toda la sociedad.
En el socialismo, al igual que en el comunismo, no existe la oposición entre la ciudad y el campo, entre el trabajo intelectual y el trabajo manual.
Estos son en lo fundamental los rasgos comunes del socialismo y del comunismo.
La existencia de rasgos comunes en el socialismo y en el comunismo no incluye las diferencias entre estas dos fases de la sociedad comunista.
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